Pequeños detalles subterráneos despiertan y sacuden
el equívoco; contorno sin importancia
sacuden el silencio hasta la nutrida zozobra
de un ojo cerrado
devorado por el encarnizamiento de cierta hierba
que entra entre alma y alma
entre página y página
sale.
Traspasa y deslinda como puñal manso
la gravedad del grano.
La profundidad; es difícil. Hace correr la sangre afuera.
Borra el jeroglífico
—No matarás.
Tendrás que zanjar y callar,
pútrida ca(u)sa errante.
Bamboléas tus cimientos alzando
la democracia de lo superfluo.
(Algo sin resolver)
/Desmedir
1 comentario:
Suaves puñales que penetran más hondo y más dolorosamente.
Un beso
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