la participación
cap. I
sería necesario entregar lo que no somos
desconocer la rasgadura
enterrar el gozo fúnebre por la resurrección.
Lo espectro aprovecha el ansía por hurgar la tierra.
Nuestra profusión al soterrar lo infecundo
El léxico, sin embargo
surca,
activa en demasiadas mentes la llamada del igual
de lo igual
que sea igual el simulacro del dudoso
estar
que sea simulacro en las artes la identidad del desobrador
que sea dialéctica, gobernar.
¿Qué dicen mis manos?
Parecen esperar la noche sin más
arroparme y comparecer los trozos del día.
Mi rostro es el de un perro que no ladra a la luna precisamente sino que protege sus propios huesos y protege el izamiento de la estatua sobre el mar lame la orina sobre el mapa
/
la participación
cap. II
Al
no tener nada que decir dispongo un mundo desde las lenguas de nuestras manos, componentes
adheridos paciendo lo inaprehensible y haciendo sólido lo incomprensible pero
visible materia aquí. Se alzan pancartas no como banderas sino como arma. Espíritus
comunicantes Contra espectros narcóticos.
Le temps est détraqué
Tras
la ventana observo el espacio oscuro y vivo de mi finquita, la mimo, podo
además algunas estelas de raíces que desconchan la pared, algunas ardillas invernan
en la cantina.
Como
una minúscula mota de polvo caigo de la luz azul, tal vez, un latido de belleza
tomando en sueño el revelo de un nacimiento, tal vez
agarrado
del marco, resbalo con la luz en los ojos
irisación
–filo.
Amo
el exceso
amo
el punto
amo
amar.
La
tensión dentro de una matriz incide en el punto
de
vista. La mirada baja comienza la fuga, el deseo
acoplado
a la percepción clandestina al fin, fuego.
/
la partición
lo escribo
ofrezco
un
trazo vago que se retuerce sobre sí mismo
antepongo
la inflexión,
insto
la reivindicación viva por venir, verse
sin
el espejo de los laberintos que atraen prioridades
mitigantes,
mitad hombre mitad mujer. Insto, resquicio.
Pido
desencadenar la presencia antes del acto,
el
rastro
previo
el
rostro
pues
se municipaliza la memoria y la amnesia
basta
derretir el carámbano de la afluencia
nuestra
actividad
el-contra-trabajo-de-la-reprersentación
me
rebelo contra la neutralización
del
lenguaje en mi propio decir mundo
extasío
mi cuerpo con el ungüento de hierba
finquita,
tisana a la mesa de cristal y mirarte en silencio
sin
instantes
asiste
el asentamiento. El porta-voz de la espera
intenta
desde la entraña abrazar un último resquicio de luz.
/
la partición
¡el
parto doloroso y constante de la infinita materia
hermana!
el
tiempo está en desvarío y los tiempos pretenden postergar
postrar
ante las palmas de sus manos
ante
su derecho, ante su demora contra-nuestra-presencia.
/
1 comentario:
te leí ayer y te leí hoy, y tu poética, logra, taladrar el lenguaje y la sinestesia en los sentidos y en la pobreza y en el fuego, desde universos, distintos y convergentes y ebrios y en ecuación y en urdimbre.... como si muchos poemas en tu poema y pluscuam-interpretaciones... tal vez porque tocas algo universal e innegociable desde la gota de sangre y desde la abrasión de un roce o un hachazo y desde la misma duda y devenir vagabundo... no sé, algo que arrebata que obliga a mancharse y a tirarse
salud
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