a Pepe Maiques
Tengo ganas de
acodarme en mi mano e ingerir el miedo
recordar el rostro
solitario que dibuja en mi entraña
la otra cara, la que
mastica el agujero, la aceptación
sin forma
ingerir fondo; hilar
las pupilas a la sombra
deshacerme.
i /a , i / a, i / a, i / a,
Tengo sed de mar.
De hundir el
pensamiento en el lecho
zozobrar su filo para
orar como un borrico.
( i/a, i/a, i/a )
/ ya
4 comentarios:
Des-hacerse ¿para qué? ¿para volver a hacer o no volver? ¿para hacerlo todo nuevamente pero diferente? ¿Y si me regalaran la posibilidad del olvido, de nacer de nuevo, de perderme? ¿No caminarían mis pies los mismos senderos hasta aquí, hasta este mismo punto? ¿No volvería a hacer este mismo ser que hoy soy? El miedo al alcance de la mano nos acaricia el rostro con los ojos cerrados, como comprendiendo la oración que languidece a medida que la noche va cobrando fuerza.
Esto fue lo que sentí cuando leí tu poema, D.
Aceptación de uno mismo, fundirse y con ello alcanzar la superficie, el agua rasa que nos envuelve y de la que no debiéramos salir ni hundirnos.
Un beso de mar
¡Hola, Carmi ! Buen día :)
deshacerme, sí. desprenderme de añicos y respuestas, des(a)parecerme.
columbrar el aviso del agua como un vaivén de luces en la costa.
"zozobrar su filo para orar como un borrico". ahí. más nada. y menos todo.
gracias, dani, por tu escritura damnificada, la del sueño certero que nos empuja adónde van los pájaros.
un abrazo fuerte, mar cercano.
pepe
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